Todo sobre las subastas de coches
Las subastas de coches son cada vez más populares entre los compradores de coches de segunda mano ya que, no sólo pueden adquirir un vehículo al mejor precio, sino que también pueden acceder a ediciones limitadas o especiales que ya no están a la venta.
Organismos públicos de los distintos países, así como empresas privadas, organizan habitualmente este tipo de subastas con una serie de normas y pasos a seguir para que todo se desarrolle de la mejor manera posible.
Los coches de subasta que se ofrecen se presentan en todo tipo de condiciones ya que hay algunos que se encuentran perfectos, sin apenas uso mientras que a otros les ocurre todo lo contrario, pues cabe la posibilidad de que hayan estado durante años a la intemperie o presentar un desgaste considerable, como ocurre en el caso de la subasta de coches que están embargados o incautados.
¿Cómo funcionan las subastas de coches?
Las subastas online de coches y las presenciales permiten pujar por los vehículos de distintas maneras: a través de páginas de subastas de coches en internet, por teléfono o en el lugar de la subasta con una papeleta.
Antes de poder participar, ya sea en las subastas de coches online o en las subastas de coches embargados o cualquier otro tipo de subasta, los interesados deberán registrarse previamente e incluso, en ocasiones, realizar un depósito que garantice la seriedad de la puja.
Su funcionamiento de la subasta de coches es sencillo, pues los compradores simplemente tienen que pujar por un vehículo durante un periodo limitado de tiempo en el cual, el precio del coche que se está subastando va subiendo hasta que se acaba el tiempo y la puja gana.
Sin embargo, ser la persona que más ha pujado no siempre implica convertirse en el nuevo propietario del coche que se encuentra en subasta ya que, en muchas ocasiones (especialmente en con las empresas privadas), estos vehículos cuentan con un precio mínimo que alcanzar denominado “precio de reserva”.
Si no se supera ese límite, el propietario no podrá vender el coche y este seguirá estando a su nombre.
Tipos de subastas de coches
Existen varias modalidades de subastas entre las cuales podemos destacar:
Subastas públicas: Son aquellas organizadas por el Estado y otras entidades públicas como Hacienda, la Seguridad Social o la Agencia Tributaria y publicadas a través del portal de subastas del BOE. Generalmente la subasta pública de coches está abierta al público y suele ser una ocasión muy buena para comprar coches a precios ajustados.
Subastas privadas. Gestionadas por empresas o concesionarios especializados en las subastas de coches embargados por bancos o de segunda mano. Cuentan con un mayor stock, mayor variedad y es posible que los coches subastados cuenten con una revisión previa que aporta tranquilidad al comprador. Mientras que las públicas no tienen una categoría concreta y se subasta todo lo que haya, las privadas suelen enfocarse en coches de alta gama, clásicos y ediciones especiales.
Subastas Internacionales: Son las más conocidas en el entorno automovilístico ya que ofrecen vehículos de todas partes del mundo, con toda la información necesaria para que sea un proceso transparente y sencillo para todos; su acceso suele ser algo más exclusivo ya que los precios que alcanzan estos coches de subasta suelen ser muy superiores a lo habitual. Son tan importantes que, en ocasiones, los precios que alcanzan aquí suelen marcar un precedente en el mercado.
¿Sabías que...?
En las subastas de coches a veces se venden coches que nunca han llegado a salir al mercado. Este es el caso de las ediciones únicas, los prototipos o modelos que están en preproducción que son imposibles de encontrar en un concesionario.
Factores a tener en cuenta en las subastas
Antes de lanzarse a comprar coches en subasta, es esencial tener en cuenta algunos aspectos clave para evitar problemas e inconvenientes.
Lo primero a tener en cuenta sería el estado general del vehículo, tanto la parte estética del exterior e interior, como la parte mecánica. Las subastas suelen comunicar de manera transparente el estado del coche subastado sin importar cómo se encuentre, con fotos, datos e historial.
Sin embargo, antes de pujar por un vehículo siempre es importante comprobar el estado para evitar sorpresas mayores una vez comprado.
Además, comprar en una subasta de coches conlleva más gastos que el propio vehículo, pues hay que añadir el IVA, trámites de transferencia, comisión de la entidad subastadora, transporte del vehículo al domicilio y las futuras reparaciones si fueran necesarias.
El momento del pago también es importante ya que cada subasta de coches tiene unas normas y regulaciones específicas en cuanto al tiempo de pago, que suele ser inmediato; y la retirada del vehículo dentro de un plazo acordado.
Ventajas y desventajas de comprar los coches en subastas
Sin embargo y como en todo, comprar coches subastados tiene sus ventajas e inconvenientes.Algunas de las ventajas más destacadas son:
Un precio mucho más atractivo que comprar un coche de segunda mano por tu cuenta. Al menos esa es la idea que, bien se puede cumplir y se consigue comprar un coche subastado por debajo del precio de mercado; o bien puede pasar el proceso contrario y que se acabe pagando más de lo pensado.
Variedad de opciones. Al igual que en el mercado de segunda mano, la variedad que se ofrece en las subastas de coches es mucho mayor que si se valora el mercado de vehículos nuevos.
Si eres el vendedor y acudes a una de las subastas internaciones más conocidas con un coche especial, es posible que obtengas más dinero del que tenías pensado.
Sin embargo, no todo es positivo, pues los coches subastados no incluyen garantías y, por lo general, se ofrecen sin revisiones previas por lo que puede haber sorpresas ocultas tanto a nivel mecánico como de kilometraje y su historial pasado.
A esto habría que sumarle los costes extra que tiene una subasta, ya que no es sólo el valor del coche lo que se paga; a este hay que añadir las comisiones de la entidad subastadora, el IVA, costes de reparación si fueran necesarios, transporte al lugar del comprador...
Al final, las subastas de coches son una interesante alternativa para quienes buscan algo fuera de lo común, que rara vez se encuentra en el mercado de ocasión o bien participan en una lucha por el mejor precio. Con conocimiento y precaución, se pueden conseguir coches de segunda mano al mejor precio.
Ventajas y desventajas de vender un coche en subastas
Aunque comprar un coche de segunda mano en las subastas de coches puede ser una opción genial también existe la posibilidad de vender el coche en una subasta. Este es el caso de los modelos especiales, los coches clásicos, los de alta gama o aquellos que poseen ciertas características que son más difíciles de encontrar en el mercado tradicional. Entre las principales ventajas de vender en una subasta de coches destacan:
Tener una mayor visibilidad al alcanzar un público más amplio, como coleccionistas o compradores especializados que valoran el buen estado del coche o el modelo del vehículo.
En las subastas existe una mayor posibilidad de obtener un precio mejor ya que estas generan competencia entre los compradores, lo que puede ayudar a elevar las pujas y conseguir un precio más alto de lo esperado.
Asimismo, la venta puede ser más rápida debido a los plazos concretos que tienen las subastas de coches.
Como con todo en la vida, también existen algunas desventajas a la hora de vender un coche en subastas que conviene tener en cuenta; entre los principales inconvenientes se encuentran:
Así cómo es posible obtener un precio más elevado también existe la posibilidad de obtener un precio menor al poner el coche en subasta, esto puede ocurrir si el vehículo no despierta suficiente interés entre los compradores.
Las casas de subastas suelen cobrar una comisión por la gestión de la venta así como el pago de otros gastos como las tasas administrativas o el transporte del vehículo reduciendo el beneficio final esperado.
Aunque una de las ventajas de las subastas es la posibilidad de vender el coche rápidamente, esto no siempre se cumple a la primera. Si el vehículo no consigue despertar suficiente interés o su precio de salida es demasiado alto, puede que tengas que esperar a la siguiente subasta o modificar tus condiciones para aumentar las probabilidades de venta.
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