Las nuevas leyes anticontaminación han acelerado la venta tanto de los vehículos de segunda mano como de los nuevos, haciendo que una gran cantidad de personas se decidan por vender su coche al desguace para poder cambiarlo por uno más moderno.
Algunos de los motivos más comunes por los que se lleva a cabo la venta de coches al desguace incluyen problemas mecánicos graves, antigüedad, mal estado en general, daños graves estructurales o daños considerables generados por un accidente que ha dejado inutilizado el vehículo.
Vender el coche al desguace es un proceso a través del cual el propietario entrega el vehículo o bien a un concesionario para comprar otro, donde obtendría un Certificado de Destrucción que asegura que el vehículo ya no se puede volver a poner en marcha ni revender para su uso; o bien lo vende directamente a un Centro Autorizado de Tratamiento (CAT) a cambio de una compensación económica.
Independientemente de cuál de las dos opciones elijas para vender tu coche, los profesionales se encargarán de poner fin a su vida útil y de desmontarlo por completo, asegurando que sus piezas puedan ser reutilizadas en otros vehículos que las necesitan y que los líquidos y residuos sean gestionados correctamente en espacios acondicionados para evitar daños al medio ambiente.
Existen varios motivos por los que se opta por vender el coche al desguace, entre ellos se encontrarían:
Estado irreparable: Nos referimos a vehículos que han sufrido un grave accidente y su estado es irreparable o con un coste de reparación que supera su propio valor, e incluso aquellos vehículos que llevan décadas abandonados y por su estado, es inviable devolverles a las carreteras.
Se refiere a vehículos que han sufrido un grave accidente y su reparación es inviable, ya que el costo supera su propio valor, o aquellos que, después de décadas de abandono, están en un estado tan deteriorado que no es posible devolverlos a las carreteras.
Antigüedad: Las nuevas leyes anticontaminación tienen como intención reducir las emisiones de gases dañinos, por lo que los vehículos más antiguos que no cumplan con los estándares medioambientales pueden tener restricciones de circulación y multas. Esto ha incentivado la venta de coches al desguace.
Los propietarios de vehículos antiguos que eligen vender su coche en el desguace pueden beneficiarse de grandes descuentos en la compra de coches eléctricos o híbridos, con bonificaciones que pueden superar los 5.000€.
Vender un coche al desguace por tu cuenta es un proceso sencillo, a continuación, te contamos los pasos que hay que seguir:
Busca un desguace adecuado: El primer paso sería encontrar un desguace en el que te gustaría entregar el vehículo. En España hay más de 1.100 Centros Autorizados de Tratamiento (CAT). Identifica cuál de ellos te viene mejor, por ejemplo, según la proximidad a tu ubicación (puedes probar en el buscador poniendo “desguaces cerca de mí”) o elegir un centro autorizado de tratamientos de vehículos según los precios que te vayan ofreciendo por tu coche.
Prepara la documentación necesaria: Para poder hacer la baja definitiva del coche deberás preparar la siguiente documentación: el permiso de circulación, la ficha técnica del vehículo y el DNI vigente del propietario. En caso de que el propietario haya fallecido, los herederos serán los que tendrán que presentar documentos adicionales que demuestren que son los propietarios...
Entrega de la documentación y del coche y gestión baja definitiva: Una vez tengas todo listo, el mismo desguace se encargará de realizar la baja definitiva de tu coche (trámite obligatorio que se registra en la DGT) y mientras tanto pondrán a tu disposición un Certificado de Destrucción que garantiza que el coche no podrá volver a circular en vías públicas.
Recibe el pago por tu vehículo: El desguace te pagará una cantidad de dinero en función del vehículo y de su estado. Generalmente se ofrece una pequeña compensación económica ya que el coche será desguazado para vender las piezas reutilizables.
Una vez se a completado el proceso que mencionamos en el apartado anterior y el desguace se convierte en el dueño del coche, comenzaría el trabajo de desmontar todas las piezas reutilizables, tanto del exterior como del interior y de la parte mecánica. Durante este proceso se eliminan todos los residuos peligrosos y contaminantes, tales como aceites, líquido refrigerante o líquido de frenos, para que los profesionales se encarguen de recogerlos y almacenarlos correctamente.
Después de desmontar el vehículo, todas las piezas que se puedan reutilizar se guardarán en el desguace y se pondrán a la venta. Esto permitirá que otras personas con coches similares puedan comprar repuestos a un precio mucho más barato que si fueran nuevos.
Vender un coche a desguace es una opción perfecta si el vehículo ha llegado al final de su vida útil o que, por a causa de un accidente, no puede volver a circular por vías públicas.
El proceso es bastante sencillo y completamente legal. Te permite deshacerte del coche de manera segura, liberándote de cualquier responsabilidad y en muchos casos incluso puedes recibir algo de dinero por ello. Además, al dar de baja definitiva un coche en la DGT y llevar el coche a un CAT autorizado, te aseguras de que el coche no vuelva a circular y mientras ayudas a cuidar el medio ambiente.